Casa de la Cultura en Los Molinos
El tratamiento de los espacios libres del edificio, que en su momento cumplió la función de patio de recreo y modestas instalaciones deportivas del propio colegio, suponen en la actualidad un obstáculo entre el centro del pueblo y la zona comercial situada en el que podría considerarse acceso principal del mismo.
El proyecto hace “tabula rasa” con lo que supuso el antiguo patio de recreo, respetando únicamente los árboles existentes. Una plantación compuesta por una retícula de 5,50 x 5,50 metros de los mismos árboles dicta las pautas del espacio público que se propone. Frente a esta plantación de árboles, se plantea un suelo duro, de adoquín de pequeño formato. El plano del suelo, horizontal, quedará atravesado por unas bandas de 1 m de ancho que introducirán el verde y lo húmedo en la plaza. Estas franjas, perpendiculares al edificio de la biblioteca, contendrán además luminarias integradas. Por otro lado, unos bancos móviles serpentean entre los árboles, creando zonas estanciales en torno a los troncos, generando concavidades en las que se producirán diálogos y miradas entre los vecinos de Los Molinos.
Se pretende que el resultado de lo antes descrito genere un espacio público abierto, sin barreras, accesible por todos y para todos. Un lugar en el que relacionarse o en el que, parafraseando al antropólogo Manuel Delgado, celebrar lo público. El principal objetivo de la propuesta es la de crear un espacio multifuncional que ponga en evidencia el equilibrio entre la historia de Los Molinos y el edificio original, y la innovación programática acorde con un espacio sociocultural contemporáneo.
La intervención libera un gran espacio vacío en la planta baja donde se ubica un graderío a modo de tribuna. Este hará las veces de asiento cuando se produzca un evento o de espacio de relación entre las horas de descanso de los usuarios del edificio. Además, un gran lucernario atraviesa la cubierta para dar mayor escala a la intervención. Las fachadas quedarán rehabilitadas diferenciando principalmente en dos la intervención sobre ellas. Por un lado, los huecos que iluminan espacios de menor tamaño como despachos y aulas de instrumentos y por otro, los huecos que dan a estancias de mayor escala.