El edificio propuesto se desarrolla a lo largo de la parcela AD-1, alineándose principalmente con la calle Morgan. Se trata de una pieza alargada cuya altura varía en función de los edificios que deja detrás de sí, elevándose cuando no se interpone ente éstos y la ría y bajando cuando pasa frente a ellos. Así, se da lugar a dos zonas altas (PB+4) y dos bajas (PB+1). Una de estas zonas altas, la central, se produce enfrente del espacio que queda entre los dos edificios vecinos, aprovechando el vacío y el ensanchamiento de la parcela a esa altura para elevarse en perpendicular a éstos, y provocando el característico quiebro o “Z” de la planta.
La tipología es de viviendas en galería. La galería, abierta, da a la calle Morgan. Las viviendas -tanto las de dos dormitorios como las de uno- se han planteado de manera que su pieza principal, el salón-comedor-cocina, sea pasante. En paralelo a esta pieza principal están los dormitorios y el baño, a los que se accede desde un distribuidor mínimo. El dormitorio principal y el salón quedan unidos por una terraza corrida que se abre al paseo y a la ría, aportando a todas las viviendas unas espectaculares vistas y una conveniente orientación suroeste o sureste, según el caso. Se dispone un espacio previo a la vivienda, separado de la galería mediante una celosía metálica, a modo de recibidor. Este espacio, al que se accede también desde la cocina sirve de tendedero, quedando este a su vez separado del recibidor por otra celosía.
Esta configuración de las viviendas da lugar a dos fachadas de carácter diferenciado: La que da a la calle, de orientación noroeste y noreste, más cerrada y por la que discurren las galerías y la que da a la ría, de orientación suroeste y sureste, acristalada y aterrazada y protegida del soleamiento en verano gracias a sus toldos blancos que la dotan de movimiento.
Se ha propuesto una fachada de paneles prefabricados de hormigón arquitectónico o GRC, que permite, al ir fijada mediante una subestructura metálica al edificio, envolver la estructura y evitar así, en la medida de lo posible, los puentes térmicos. La fachada sur cuenta con los huecos más grandes, un mayor acristalamiento que la norte, de huecos más reducidos para garantizar un buen comportamiento térmico y mayor privacidad. La nota distintiva del edificio la ponen los toldos de las fachadas sureste y suroeste, que dotan de gran variabilidad y movimiento a la fachada y garantizan un óptimo comportamiento térmico estacional, dejando entrar el sol bajo de invierno hasta el fondo de la vivienda y bloqueándolo en verano.