Diseño de mobiliario urbano para Madrid
El banco parte de una trama basada en triángulos isósceles, esto hace posible su repetición y combinación con otras piezas. En Madrid existen calles y plazas con condiciones espaciales muy distintas, por tanto el módulo ha sido pensado para que funcione tanto de forma aislada, como en múltiples combinaciones que tapizan el espacio de manera infinita. En cuanto a la materialidad, ha sido determinante pensar el banco en clave de durabilidad, climatología y vandalismo. Es por esto, que se elige un hormigón armado hidrófugo moldeado, color blanco granítico pulido para el asiento y una estructura de acero inoxidable mate lacado en color carmesí para los apoyos. Ambos materiales requieren un mantenimiento mínimo.
La sección del banco se ha moldeado para que tenga unas buenas condiciones ergonómicas. El asiento se inclina un poco hacia dentro para levantar las piernas y el respaldo se tumba unos grados para mayor comodidad de la espalda. Además se redondean las aristas de hormigón que entran en contacto con el cuerpo del usuario. El proceso de fabricación está pensado en dos partes bien diferenciadas. Por una parte, la fabricación del asiento de hormigón de ocho centímetros de espesor, el cual se construye con un encofrado, pudiéndose acopiar unas piezas con otras. Por otra parte, la estructura tubular de acero inoxidable se divide en tres grupos de piezas iguales, teniendo así un mínimo de piezas diferentes. La instalación del banco en el paisaje urbano de Madrid está pensada para que simplemente se apoye. Esto requeriría calcular el peso de esta pieza y ensayar si habría peligro de vuelco. En tal caso, sería fácil instalarlo mediante cinco pernos, uno en cada vértice del pentágono que forman las barras de acero en contacto con el suelo. La configuración del banco propicia las relaciones entre las personas. La pieza base puede acoger hasta cuatro personas en dos posiciones corporales diferentes: dos sentados en el asiento bajo y dos en el asiento elevado. Los dos asientos bajos están pensados para que se pueda interactuar pero también miran hacia lados opuestos por si se requiere un poco de intimidad.