Trincheras de Cantalojas Bilbao
Paisaje generado por el play, parte performativa y de improvisación de la confrontación entre un individuo y un game, sistema de reglas que establece oportunidades e impedimentos, prohibe y sanciona acciones contrarias a la lógica del propio game. Playscapes espontáneos son las bidonvilles y los terrains vagues, residuos territoriales donde se admiten fenómenos de transformación espontánea del espacio, a través una negociación continua de las reglas con las que construirlo.
Pero también son playscapes los paisajes imaginados por todas las estrategias de transformación lúdica del espacio que, a de restituir al individuo el poder de “recrear” continuamente el propio ambiente, han superado el carácter residual del terrain vague. Los diferentes “espacios heterogéneos e interconectados que los hombres producen, transforman y estructuran continuamente; espacios afectivos, estéticos, social históricos: espacios de significado, en general son contaminados con el play y transformados en playground, proporcionales la complejidad de la vida vivida, “un juego cuya finalidad es descubrir las reglas, regi que siempre cambian y nunca se pueden descubrir”.
La idea principal que genera el proyecto es la plantear un “tapiz” que a través de una acción simple pero contundente resuelva la compleja problemática exixtente en el entorno de “Trincheras de Cantalojas”. Este dispositivo se podría entender como un ejercicio de papiroflexia en el que una superficie se extiende por el suelo, cubriendo la grieta producida por el tren, plegándose por las medianeras ciegas que asoman al vacío urbano, resolviendo de una manera unitaria la complejidad del lugar.